"...Trata demasiado duro de emocionar, y le pone la música y los violines y la fotografía y el diálogo y es como que tiene demasiada sacarina [...] dijeron: pongamosle un poco de azucar, otro poco de sacarina y le demos un poco más con Stevia también, para que quede bien endulzada. Es como querer echarle azucar a la Coca-Cola..." Escuchá la crítica completa (click en el link).