Año 2012 y todavía siguen haciéndose películas como La Pelea de mi Vida. Una película más de aquellas que parecen estar más cómodas en la televisión. Y ni siquiera en la televisión actual, sino en aquella del Telefe de los 90. Sí, la película es en 3D, pero su uso carece por completo de ideas cinematográficas. Lo que más molesta de este tipo de películas industriales malísimas es que, en otras manos, podrían haber sido muchísimo más potables. Como sucedía con las comedias ochenteras de personajes como Carlos Galletini, el problema no es que se hagan películas de este tipo, sino que quienes las hacen no tienen ni la más remota idea de los mecanismos del cine: no conocen el cine; conocen, más bien, la televisión y la publicidad...