Y finalmente van llegando los títulos que empiezan a explorar el formato 3D, desde lo local. Esta vez, la apuesta parecía ir sobre seguro: un actor taquillero de la televisión, Mariano Martínez, en un rol, que ya probó hace tiempo, en la lejana serie "Campeones de la vida", apuesta del 13 hace más de una década. Jorge Nisco (a quien conocemos por habernos traído la segunda temporada de "Mujeres asesinas" allá por 2005), se puso al frente del proyecto (con guión de Jorge Maestro) y con el estilo que ya domina, propone una historia, muy convencional y simple, para la pantalla grande.
La trama es esquemática, el príncipe de nuestro título es Alex (Martínez), un boxeador que hace peleas de poca monta en Colombia. Algo sucedió años atrás (fue descalificado en un combate), por lo cual Argentina es un recuerdo. Sin embargo, algo en él se rebela ante esa situación y decide regresar a su país, para reencontrarse con su equipo de entrenadores y también, porque se entera de que ha sido padre, de un niño llamado Juani (Alejandro Porro), quien es criado por Bruno (Federico Amador), dado que su madre falleció hace unos años.
Alex regresa y quiere todo, su carrera de vuelta, su hijo, y de paso, también, a la bellísima niñera de Juani, (quién no la querría!?), Belén (Lali Espósito). Claro que para eso, deberá enfrentarse con Bruno, quien tiene bastantes cosas claras, es exitoso, campeón mundial en su categoría y no le cae para nada bien su vuelta.
Veremos la sucesión de peleas que el protagonista hace para volver a los primeros planos y cómo va relacionándose con su hijo, buscando constituirse como padre, presente.
El film no tiene mucho misterio, es una historia directa, televisiva, contada con pocos detalles, exteriores acotados y poco trabajo dramático en el guión. Una cosa que llama la atención es que no hay mucho desarrollo para las cuestiones más delicadas que se juegan en el film... esto de los dos papás, el impacto de las razones por las cuales Alex se fue (apenas aparece el porqué, pero nunca el contexto en que se dio), la reconstitución "mágica", del vínculo con sus antiguos entrenadores... Nadie pregunta demasiado y Martínez, hace lo mejor que puede, subiendose al ring y transpirando a más no poder, gran parte del metraje.
Positivo: si, las coreografías que se juegan en el ring, me gustaron mucho. Creo que son lo mejor y más convincente que ofrece esta propuesta. Las actuaciones, están al nivel de lo que se ve en televisión abierta todos los días... Es cierto que Martínez tiene mucho oficio, pero lo elemental del guión no le dan mucho vuelo a su personaje. También me gustó el regreso de Emilio Disi, a quien le basta una sola escena para marcar el camino y la belleza de Espósito, a pesar de que use zapatos con mucha plataforma para compensar sus pocos centímetros de altura. Es una divina, por qué hacerla ganar en centímetros?
En síntesis, si sos fan de este tipo de actores, o te gustaría ver como lucen los cuerpos de Martínez y Amador en 3D, sería aceptable visitar sala. De lo contrario, evaluen que esperan de un film y contrasten con la opinión de este y otros servidores. Esperabamos más.