La invocación del concepto infinito que estampa el cineasta va desde la mirada que uno puede darle, la cual no tiene límite ni final, aunque toda obra no es infinita, ese conjunto de ideas que alguna vez aspiraron a la pantalla fueron proyectos cancelados, interrumpidos a medio camino o por diversas razones jamás concluidos. Verán una historia sobre lo que no fue.
“La película infinita” es un documental de creación en blanco y negro/ color, dirigido por Leandro Listorti, con trozos inconexos de cintas argentinas montadas de forma en la que quedan exactamente regulados los momentos de apertura y cierre. Como a través de un espejo roto, los restos de aquello que en su instatnte no pudo ser vuelven a la vida para brindar imágenes tan oblicuas y fascinantes como las de un sueño. Fragmentos que sirven para construir esta especie de historia paralela del cine.
Se centra en lo maravilloso que es mirar y escuchar, y la necesidad de querer que nos cuenten una historia. Pretende, también, concientizar sobre el estado de los materiales y las consecuencias.
Una narrativa extraña, que te sumerge entre lo onírico y el realismo, la inclusión de diferentes historias, en un conjunto bien ordenado. La misma es un complejo mecanismo cinematográfico que parece creado siguiendo el Método Frankenstein, ensamble de una serie de films inconclusos, un viaje entre la ceración y el olvido, donde Listorti los reúne, los transforma, para ser llevados otra vez al cine con un nuevo destino en común.
Entre el material descartado que fusiona el film encontramos los dibujos animados de “El eternauta” (1968) realizados por Hugo Gil, “El ocio” (1999) de Mariano Llinás y Agustín Mendilaharzu, y “El juicio de Dios” (1979) de Hugo Fili.
En síntesis, es un relato fragmentado con recursos de documental y ficción que, debido a sus elementos, es una excelente opción para que inspeccionen los cineastas. Por supuesto no se trata de pensar en el concepto de narración en el sentido más clásico, por lo cual para el resto de los espectadores es la posibilidad de asomarse a un tipo de película que no suele tener tanta exposición. Se encontrarán con una cinta de carácter ecléctico, con una gama amplia de temas donde cada espectador podrá encontrar su propio largometraje.
Tal vez en esa posibilidad de permanente relectura radique el carácter infinito al que se alude desde el título, aunque paradójicamente se trate de una película bastante corta.