Se habló mucho de la relación entre Antonio Banderas y Pedro Almodóvar en los medios, donde se decía que estaban alejados y era imposible que volvieran a trabajar juntos.
Al final nada de eso resultó cierto ya que volvieron a reunirse otra vez para brindar la mejor película que hicieron ambos artistas en muchos años.
Almodóvar es un buen director que hizo filmes importantísimos dentro de la producción española, pero en el último tiempo empezó a aburrir.
Sus melodramas tediosos terminaron por saturar y el cineasta no hizo otra cosa que repetirse a si mismo contando relatos que eran más de lo mismo.
Algo similar le ocurrió también a Woody Allen hasta que empezó experimentar con elementos diferentes en sus trabajos y volvió a filmar buenas películas.
Para quienes le veníamos pidiendo al director español una propuesta distinta, La piel que habito es una respuesta contundente.
Finalmente Almodóvar se despertó de su siesta y realizó un thriller totalmente absorbente que te mantiene intrigado desde las primeras escenas y que además brinda una de las historias de venganza más retorcidas que se filmaron en los últimos años.
La piel que habito es una película totalmente influenciada por el viejo “giallo”, que es con el nombre que se conocía a los policiales eróticos italianos de los años ´70, que solían filmar directores como Darío Argento y Lucio Fulci.
La particularidad es que en este caso Almodóvar combinó ese tipo de cine con los thrillers clásicos de Alfred Hitchcock, quien también representó una notable influencia en esta producción.
Este film es una gran bocanada de aire fresco para la filmografía del cineasta español, donde pudo mostrar su maestría como narrador dentro de un género que nunca había explorado de esta manera.
El reparto para variar es excelente y Antonio Banderas con este trabajo se redimió de todas las películas malas que hizo en Hollywood . Es loco verlo en este film porque uno descubre nuevamente a ese actor talentoso que surgió con Almodóvar en los años ´80.
El psicópata que interpreta en esta historia, que por cierto, tranquilamente podría haber sido amigo de Jigsaw (El juego del miedo), ya que los dos están totalmente pirados, es claramente uno de los mejores personajes que brindó en su filmografía.
La trama demencial que presenta este film estuvo basada en la novela “Tarántula” de Thierry Jonquet, que ya había despertado polémica en 1995 por el relato depravado que brindaba el autor.
Por supuesto el film no puede escaparle a ciertos elementos desconcertantes como el sujeto brasilero vestido de tigre que aparece en una escena y el musical de Concha Buika que no aportan absolutamente nada a la trama, más que para satisfacer un capricho del director con el objetivo recordarnos que él está detrás de cámaras y no puede dejar afuera sus incompresibles excentricidades.
Al margen de estas cosas que se le pueden objetar al film, La piel que habito es lo más interesante que hizo Almodóvar en muchísimo tiempo y ofrece un buen cuento de suspenso.