La filmografía de Pedro Almodóvar necesitaba de un golpe o giro dramático como el aquí presentado para poder superar los lugares comunes y las repeticiones en las que su cine entró en los últimos años. Aquí no solo le da vida a una desquiciada historia sobre la obsesión del amor, sino que, manteniéndose fiel a las características que lo personifican, le brinda al espectador una retorcida, polémica, bizarra, inverosímil, excesiva y maravillosa propuesta para sorprenderse.