Después de la exitosa (e irregular) saga Rec, el valenciano Paco Plaza firma esta inquietante película de posesión demoníaca basada en hechos reales de la crónica roja madrileña y suburbana. El asunto da miedo, como corresponde, pero apenas algo más que la realidad de la adolescente Verónica, a cargo de sus tres pequeños hermanos, con una madre ausente, lidiando con eso que se ha metido en el departamento de clase media desde que jugó a la ouija en el sótano del colegio de monjas al que asisten cada día. Con un estupendo elenco juvenil, al que se suma Ana Torrent, una película climática, armada con detalles de una vida cotidiana en la que la ternura, y el juego infantil, están sometidos al estrés adulto de salir adelante, a la educación bajo la cruz y a la soledad que apenas calman las canciones de Bunbury.