La protagonista: Ser, sentirse y parecer.
Presentada en el 34° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, ahora llega a las salas comerciales, la 2° película de, la directora y guionista, Clara Picasso, 10 años después de su ópera prima. Una historia con sabor agridulce, donde cualquiera que se haya sentido un poco perdido en la vida alguna vez, se sentirá identificado.
Una historia pequeña, en 1 hora, donde el personaje interpretado por Rosario Varela le da significado a toda la película. una aspirante a actriz que quiere ser, sentirse y parecer famosa e importante, pero que en el medio de un fugaz reconocimiento accidental, se siente más extraviada que nunca, dándose cuenta que no cumplió sus sueños y ya no es tan joven como cree.
La protagonista (2019) cuenta la historia de Paula (Rosario Varela), una actriz frustrada y recién separada. Ante la ausencia de trabajo relacionado con su profesión, se gana la vida dando clases de español y participando de focus groups de marketing de productos. En una de sus clases en un bar, unos ladrones irrumpen al local para cometer un ilícito, pero Paula sin querer provoca la caída de uno de los ladrones, evitando el robo y quedando como una heroína. Ella, que se siente siempre fuera de lugar en cualquier ámbito de su vida, se gana una fama sumamente efímera, con notas en la televisión y pedido de selfies en los locales del barrio.
Aunque esta fama dura muy poco y la treintañera que sólo transmite insatisfacción, debe continuar con su vida haciéndose cargo de los problemas y alegrías reales, como la reciente separación de su novio, y por consiguiente de los amigos que tenían en común, la crisis con la profesión de actriz. Así, pareciera que ella quiere generar un cambio, es por eso que modifica el look, va a una fiesta y hasta pasa un fin de semana con amigos, para probar si cambia su suerte. Así, se ve cómo aquel episodio casual es la punta del ovillo para conocer la historia de Paula, una mujer que intenta convertirse en adulta, por más que su edad biológica lo indique así hace mucho tiempo, y encontrar su camino tanto en lo profesional como en lo personal, sin necesidad de inventarse un mundo irreal donde es exitosa.
Rosario Varela interpreta a Paula, con una composición del personaje sumamente cuidada: esa maraña de sentimientos encontrados y frustraciones contenidas, mientras le muestra al mundo algo que no es, un éxito y una felicidad que no existen en su presente. Sin duda, la actuación de Varela (actriz de teatro, pero su 1° vez en cine) es lo más álgido de la película. La personificación de la frustración es cuando dice por teléfono “Estoy en la pileta, obvio”, sentada en una reposera, entre pastizales abandonados, al costado de una piscina recién descubierta y con el agua podrida.
Como si nada le afectara, la actriz interpreta a una mujer que suda envidia por las vidas de sus conocidos, una mujer que surfea la ola de esa efímera fama y luego cae en la realidad deprimente de no ser quien uno es, sino aparentar y terminar casi por creerlo. Sus gestos y su mirada perdida se cargan el peso de la todo el filme. No hay casi ningún momento en el que la cámara deje de seguir a Paula y su crisis. Por otra parte, está acompañada por Ignacio Rogers, Macarena Suárez Dagliano, Jimena del Pozo Peñalba, Facundo Aquinos, entre otros.
Se trata de una película con más humor que drama, donde el tema tratado es decepcionante como cualquier crisis personal. En este caso, muestra cómo las decisiones que tomamos (o que no) pueden cambiar el rumbo de la vida. Así, la cámara persigue a Paula en diferentes actividades cotidianas en las que siempre subyace esa incomodidad permanente con ella misma, y con el resto. Es un relato sobre el sobreponerse a las adversidades y el reinventarse para amarse a uno mismo, aunque no logra ninguna emoción especial en el espectador que siempre está esperando ese batacazo que no sucede.
La banda sonora, compuesta por El Mató a un Policía Motorizado, es un gran acierto, sobre todo con la canción Fuego, que marca de cerca los pasos del personaje principal. Una tragicomedia sobre la vanidad de una treintañera que parece perder el rumbo al intentar finiquitar su tardía adolescencia, de una vez por todas. El humor ácido como ingrediente principal para mostrar que todo depende de uno y de su capacidad de reinventarse.
La protagonista es una historia refrescante y pequeña, con el foco puesto en su protagonista, valga la redundancia, y todo ese mundo de fracasos y apariencias en el que está inmersa. Entretenida, es una historia que se narra de manera fluida, dando lugar a pensar sobre el éxito, las expectativas, la adultez y la superficialidad.