Un mundo de sensaciones
En su ópera prima, El Pasante (2010), Clara Picasso seguía durante toda la historia el derrotero de un botones de hotel en una suerte de película de iniciación. Casi una década después regresa al cine con La protagonista (2019), película que mantiene la línea de su antecesora donde el botones es reemplazado por una aspirante a actriz que por un infortunio de la vida se convierte en famosa.
La historia comienza con Paula (una revelación Rosario Varela) dándole clases de español en un bar a un estudiante alemán. Entran ladrones, a Paula se le cae el celular al piso y al agacharse el ladrón choca con su pierna y cae. Acto seguido las cámaras de los noticieros hacen fila para tener una exclusiva con Paula, la heroína del día. Pero lo que nadie sabe es que Paula es una aspirante a actriz, que trabaja actuando para empresas encuestadoras, que está en medio de una crisis (amorosa, profesional, etc.) y que esos 15 minutos de fama le pueden servir para que sus problemas se intensifiquen o sacar provecho de ellos.
La protagonista es un peculiar relato sobre hechos fortuitos y de cómo estos pueden modificar nuestras vidas de acuerdo a las decisiones que se tomen. Picasso construye con humor ácido y para nada explicito un film sobre el azar y las decisiones y de cómo la vida puede cambiar para bien para mal o seguir igual a como se estaba. Donde todo depende de uno y ya no de un factor externo.
Durante 65 minutos la cámara se posa sobre las diferentes acciones de la protagonista. Dando clases, siendo entrevistada, haciendo un personaje de encuestada, yendo a una fiesta, tomando sol, conociendo de casualidad a alguien, encontrándose con su ex, o comprando en una panadería. El arco dramático del film va en zigzag al igual que lo que experimenta el personaje.
La protagonista es una historia chiquita, fresca, donde toda la fuerza está puesta en el personaje que construye Rosario Varela, logrando transmitir ese mundo de sensaciones contradictorias en las que se halla inmersa.