La purga es una franquicia del género de terror que hace rato viene pidiendo a gritos el tiro de gracia para acabar de una vez por toda con el tedio que ofrece.
La primera entrega estrenada en el 2013 tuvo ingredientes atractivos con una trama que trabajaba alegorías políticas interesantes, además de un muy buen reparto.
Su recepción positiva generó más continuaciones y una serie de televisión que fueron estirando el concepto de la obra original hasta donde se pudo, siempre con alusiones al contexto social norteamericano del momento.
La quinta entrega es la peor de la saga e inclusive desde su calidad artística en lo referido a la realización parece una producción amateur hecha para You Tube.
Inclusive en esa plataforma se pueden encontrar fan films con una puesta en escena muy superior.
Este capítulo fue realizado con la idea que Donald Trump iba a renovar su mandato presidencial y desarrolla una especie de sueño húmedo de los demócratas progresistas que propone una batalla descerebrada entre supremacistas blancos e inmigrantes ilegales latinos.
El simple hecho que los hipsters liberales de la prensa estadounidense, que se desgarraron las vestiduras con el retrato de los narcos mexicanos en la última entrega de Rambo, objetaran el sermón moralista del film y el modo burdo en que se desarrolló no es un dato menor.
La purga por siempre comete el error de subestimar al público con su estupidez y ni siquiera llega a ser entretenida como propuesta de cine de género.
Las secuencias de acción y violencia son redundantes y predecibles y ni siquiera la impronta western que le quisieron añadir a este relato resulta satisfactoria.
La gran paradoja es que esta entrega tuvo más presupuesto que todos los episodios previos y sin embargo no propone nada interesante desde los aspectos visuales.
Sumado al hecho que el contenido político se presentó de la manera más tonta posible no hay demasiados elementos como para recomendar su visionado en una pantalla de cine.
Lo único rescatable es el reparto que reúne buenos artistas como Tenoch Huerta (Narcos: México), Josh Lucas, Ana de la Reguera (Army of the Dead) y Will Patton que hacen lo que pueden con el material que tuvieron disponible.
Así la próxima entrega la hagan con 100 millones de dólares la saga ya agotó todas las posibilidades creativas y no parece tener nada interesante para ofrecer.
Los fanáticos más acérrimos tal vez lleguen a disfrutarla un poco más, pero en lo personal me pareció un bodrio y no la puedo recomendar.