Quinta y esperemos que última entrega de la saga iniciada por La noche de la expiación (The Purge, 2013). Ha corrido mucha purga bajo el puente y la fórmula obviamente se fue volviendo repetitiva. Acá elige ir un paso más allá y explorar la violencia más allá de la noche de licencia para matar. A plena luz del día, en cualquier lugar, la purga se abre paso para arrasar con todo. Toda la metáfora ahora está centrada en el odio hacia los inmigrantes, hay que aclarar.
Algunas escenas de tensión y drama, casi regaladas por el conflicto inicial de la historia, coletazos del concepto original, son lo que se puede destacar dentro de un conjunto repetitivo y obvio. Una especie de manual progresista para bobos, con ideas tan superficiales como evidentes. Para peor, todo el discurso cae a destiempo en el 2021, en esta película ideológicamente muy perezosa que sigue luchando contra un presidente que ya no está en el poder. Si al menos hubieran hecho una buena película, la falta de timing sería perdonable.