Con Pablo Trapero estamos ante un cineasta que film a film madura su talento y se revela como una de las grandes figuras del cine nacional. Ya lejos de la promesa que asomara en Mundo Grúa y El Bonaerense, su universo cinematográfico se ha ido poblando en los últimos años de una obra uniforme, dueña de una profundidad notable, capaz de crear climas perturbadores y ser visualmente muy elaborada. La Quietud es el regreso de Pablo Trapero a la gran pantalla luego de la elogiadísima El Clan, otra muestra de su creciente solidez narrativa, cada vez más perteneciente a un cine de corte mainstream. El presente film se demuestra como un sólido ejercicio de reflexión acerca de la identidad personal, los traumas familiares, los tabúes sociales y el oscuro pasado de nuestro país en tiempos de dictadura.