Buceando en el melodrama más clásico y sumando condimentos asociados a las pulsiones sexuales de dos hermanas, la nueva propuesta de Pablo Trapero y con un elenco internacional, encabezado por Graciela Borges, como una especie de matriarca déspota que digita los destinos de los personajes, se permite jugar con la fotografía y la banda sonora para despistar y solapar índices y motivos que luego cobrarán sentido hacia las revelaciones finales.
Película de progresión lenta, con una preferencia por la exageración, en puesta, en actuaciones, en diálogos, el trabajo sobre una doble tragedia permitirá un lucimiento interpretativo, y, paralelamente, una reflexión sobre la particularísima búsqueda de sentido e identidad sobre el pasado y presente de los personajes.