Las acciones de la Literatura para Jovenes Adultos - último curro de la industria del entretenimiento en Hollywood - vienen en baja y La Quinta Ola es el último exponente de semejante decadencia. Con una flagrante falta de originalidad y una dirección hiper tibia, no hay nada aquí que resulte mínimamente excitante o seductor como para que alguien tenga ganas de ver siquiera la suerte de estos héroes en un segundo capítulo de la saga.
Honestamente, el problema no es que se trate de chicos corriendo aventuras en mundos utópicos, sino que todos estos autores de pacotilla carecen de calidad como para escribir algo realmente original, y se dedican a tomar por asalto clásicos de la literatura fantástica, chupando ideas de cuanto libro o película conocida encuentren a mano. Aún cuando encuentren un setup interesante, el esquema es tan repetitivo - héroe / heroina pendex envuelto en triángulo amoroso; chico / a que se sale de la norma y va a liderar revolución libertadora que hará caer a régimen corrupto; profecía del chosen one en donde sólo un flaco es capaz de alterar el orden inalterable desde hace siglos; descubrimiento de una verdad oculta tras la fachada de un régimen implacable - que satura inmediatamente. Por el mismo camino ya mordieron el polvo El Dador de Recuerdos, Soy el Numero Cuatro, The Mortal Instruments: City of Bones y tantos otros títulos que no pasaron de la primera instancia, un desperdicio tan grande de dinero y esfuerzo que demuestra a las claras que el género está agotado. La tibia recepción de los capítulos finales de Divergente es otra clara señal que marca el fin de un ciclo.
Bastan cinco minutos para que el espectador promedio perciba que La Quinta Ola es una mezcla de V, Invasión Extraterrestre, Dia de la Independencia, Invasión a la Tierra: Batalla Los Angeles, y cuanto filme de invasiones alienígenas conozca, comenzando por las naves masivas posadas sobre ciudades, tipos con implantes cerebrales, visitantes que se pasan de bando, amén del tradicional triángulo amoroso de los protagonistas y que es un cliché del género desde Crepúsculo y Los Juegos del Hambre.
Sinceramente, lo que más me impresionó del filme es Maria Bello. ¿Qué diablos le pasó a esa mujer?. Parece un zombie pintarrajeado, está reenvejecida y no convence como uniformada ultradura que adiestra a los niños en la lucha contra los extraterrestres. El resto es bastante aburrido y previsible: la Moretz corretea por los bosques con su boquita torcida y una M16, la tirotean, la recoge (euh!) el único granjero que parece salido de la tapa de Sports Illustrated, ella se babea con él antes de saber que es un infiltrado y, mientras tanto, se dirige a la base militar mas cercana para liberar a su hermano pequeño al cual enrolaron a la fuerza para exterminar aliens. Claro, hay un sentido oculto detrás de todo esto (alerta spoilers) y es que los militares están infectados por los alienígenas, los cuales enrolan a los chicos como fuerza de choque para matar a los humanos remanentes (haciéndoles creer que son extraterrestres). La Moretz se infiltra en la base militar para sacar a su hermano, pero detrás de ella va el granjero pintón, que resulta ser un alien que está recaliente con la piba. Las explicaciones de turno ("nos dijeron que el amor no existe, que es una mentira humana") son tan estúpidas como el hecho de que el granjero sea una especie de MacGyver intergaláctico y ataque él solito toda una base militar infestada de soldados hiperentrenados, bombardéandolos como si hubiera puesto bombas atómicas. El climax es tan absurdo e inflado que pulveriza las escasas virtudes que tenía la película hasta ese momento (fin spoilers).
La Quinta Ola no es un filme horrendo, pero es tan predecible que aburre. No hay un problema de actores o perfomances, sino de libreto chato (gracias, Akiva Goldsman!). El género ya dió todo lo que tenía que dar y es hora de archivarlo para buscar otro vellocino de oro... el cual estará en manos de tipos muchos mas creativos que los responsables de esta obra tan chata como insulsa.