¿Dónde estás E.T.?
Si ya es mala la primera película de una nueva saga destinada al público adulto joven -básicamente adolescentes-, el panorama no podría ser más desolador. Con un nivel tan bajo, ¿qué expectativas podemos depositar en las continuaciones? La Quinta Ola cuenta con demasiados profesionales de gran capacidad en todos sus rubros para terminar siendo la decepción que indudablemente es. ¿Los motivos? Son varios. Entre ellos la subestimación de la inteligencia de un público que no necesita como condición sine qua non que la obra en cuestión funcione a partir de una fórmula agotada de tanto uso. En este caso una trama de invasión extraterrestre matizada con una subtrama romántica –el inefable triángulo amoroso- que en lugar de humanizar y darle relieve a los personajes lo único que logra es hundir la historia en el más banal de los lugares comunes. Sin ser ninguna maravilla el primer acto del filme interesaba lo suyo presentando a los protagonistas e introduciendo el conflicto principal. La cosa derrapa cuando aparece el actor Alex Roe que parece más un modelo publicitario de jeans y espuma de afeitar que un actor de cine. Como uno de los vértices del mentado triángulo este muchacho es el infortunado vehículo para expresar cinematográficamente las obsoletas ideas de los autores y el realizador. ¿Denotar tensión sexual con la imagen de un hombre bañándose en el lago y su objeto de deseo espiándolo desde atrás de un árbol? ¿En serio? ¿Se habrán enterado que estamos en el siglo XXI? ¿No sienten vergüenza? Parece que no. Creerán que lo compensan los millones de dólares. Allá ellos…
En literatura un buen escritor puede usufructuar las posibilidades que le da la extensión del relato para disimular o hacer olvidar los clichés de la historia. Y aparentemente, si le vamos a dar crédito a los críticos, Rick Yancey lo es. El problema pasa por el traslado de esa novela a la pantalla grande. Ni siquiera gente tan talentosa como Susannah Grant (Erin Brockovich), Akiva Goldsman (ganador del Oscar por Una mente brillante) y Steve Pinkner (escritor veterano de excelentes series como Alias, Lost o Fringe) ha sido capaz de adaptarla sin caer en todo tipo de absurdos. Algunos derivados de la línea argumental, otros simplemente de la relación entre los personajes. Especialmente ridículos resultan los encuentros/ desencuentros entre Cassie (Chloë Grace Moretz) y Evan (Alex Roe). El tercero en discordia, Ben (interpretado por Nick Robinson), sale menos perjudicado porque aún no interactúa mucho con ellos. Pero que futuro negro le vemos… Si guionistas tan sagaces como los mencionados caen en errores de principiantes –previsibilidad en las acciones dramáticas, vueltas de tuercas que se ven venir de lejos, construcción nula de personajes tridimensionales, etc.- los sospechosos de siempre son los ejecutivos y los productores que deben haber metido más manos en ese guión de lo que indica la ficha técnica. No hay que ser un adivino para sacar esta conclusión. Nada más aplicar una pizca de sentido común. El mismo que le negaron a la película con tantas decisiones arbitrarias desde el comienzo hasta el final.
La Quinta Ola narra una invasión alienígena cuyo objetivo primario es despoblar el planeta para hacerlo propio. La estrategia para el exterminio sistemático de la raza humana se va desarrollando en capas como una cebolla y abarca desde un pulso electromagnético que deja a la Tierra incomunicada hasta terremotos que devienen en tsunamis descomunales. Los extraterrestres esconden también otros planes maquiavélicos pero me los reservo por si el lector decide ver la película. Uno de los aspectos que debería haber jugado un rol clave es la paranoia que se desata en los sobrevivientes al revelarse que los aliens se alojan en un huésped humano y es imposible reconocerlos sin usar la tecnología (aquí surgen claras reminiscencias de dos de las más celebradas obras de John Carpenter: El enigma de otro mundo y Sobreviven). Lástima que ese detalle nada menor no sea explotado con más propiedad. Quizás se lo reservan para la segunda película. ¿Quién sabe? Aquí todo puede ser…
Pese a que la verosimilitud trastabilla cada dos o tres escenas hay que confesar que esta Quinta Ola mantiene un ritmo constante, nunca aburre y arranca unas cuantas carcajadas que, si bien no están buscadas, con el ánimo adecuado podrían hacer más llevadero el periplo de Cassie. Una improbable heroína que anima con limitados recursos Chloë Grace Moretz, una actriz que cuando era más chica nos hizo creer que contaba con un amplio registro interpretativo que la realidad llevó a su justo lugar cuando sus mohines infantiles se quedaron olvidados en el tiempo. Ron Livingston, Maria Bello y en particular Liev Schreiber deben haber estado flojos de fondos para aceptar trabajar en este filme. Que de todos modos en comparación con Crepúsculo o alguna otra saga similar claramente está un peldaño más arriba. Consuelo de tontos pero consuelo al fin…