Una de las grandes sorpresas cinematográficas del 2009, dentro de la producción inglesa, fue La desaparición de Alice Creed.
Un excelente thriller independiente que representó la ópera prima de J. Blakeson y fue muy elogiado también por el trabajo de Gemma Arterton.
Este año Blakeson debutó en el cine Hollywoodense con La quinta ola, que brinda otra trillada propuesta juvenil destinada principalmente a las viudas de Crepúsculo.
Las espectadoras que extrañaban a Edward Cullen ahora podrán conformarse con Evan Walker, un clon burdo del vampiro que acá cumple un rol similar.
En esta producción asistimos al clásico caso de un cineasta independiente que es tomado por los grandes estudios y su talento como narrador desaparece por completo al ser controlado por sus empleadores.
Blakeson demostró en su ópera prima un excelente dominio del suspenso que acá brilló por su ausencia al tratarse de un film que copia la misma fórmula trillada que vimos en los últimos estrenos destinados al público adolescente.
En este caso cambiaron las sociedades distópicas y los gobiernos autoritarios por el concepto de la invasión extraterrestre, pero el conflicto que propone este estreno es más de lo mismo.
La trama está inspirada en la trilogía literaria creada por Rick Yancey que hizo muy poco por presentar una propuesta diferente en el género juvenil.
La quinta ola tiene un buen comienzo en la primera media hora donde se presenta el conflicto que en principio parece interesante.
La idea no es novedosa pero en estos primeros minutos el film logra ser entretenido.
Lamentablemente el trabajo del director Blakeson decae por completo cuando el tono de la historia se mete de lleno en el estilo de los filmes Crepúsculo, con el nefasto y trillado triángulo amoroso incluido, que termina por dilapidar los pocos elementos interesantes que se habían presentado en la introducción de la trama.
Los diálogos son terribles, especialmente en las escenas románticas, y parecen haber sido concebidos para una telenovela de adolescentes.
Con un trabajo pobre en materia de acción y suspenso hacia la mitad del film el espectador puede descubrir enseguida que La quinta ola es irremontable y no le queda otra que asistir a la conclusión de una mala película.
Chloë Grace Moretz, que es una actriz talentosa a la que le rebotan todas las balas, logra salir bien parada con su trabajo, ya que ella logra que su personaje conserve cierto realismo dentro de un argumento tonto cuyo conflicto carece de sentido.
Tal vez en la literatura esta propuesta sea mejor, la adaptación para el cine es claramente una mala película.
Dentro de las propuestas juveniles que se estrenaron en el último tiempo La quinta ola es la más olvidable de todas y si la dejás pasar en el cine no te perdés nada relevante.