Aquí, ahora, y siempre
Por muchos motivos más que razones, es aconsejable reconectarnos con la transparente mirada de un perro, que no sólo es irreemplazable, sino que refuerza el amor que despiertan estos ángeles, ese sentimiento honesto y puro, repleto de dulzura, y el agradecimiento eterno que sentimos por tenerlos en nuestra vida.
La razón de estar contigo: un nuevo viaje (A dog´s journey, 2019) nos relata la historia de Bailey, en la voz de Josh Gad, un perro a quién su dueño Ethan (Dennis Quaid) le encomienda la tarea de cuidar a su nieta C. J. (Kathryn Prescott). Y como buen amigo del hombre, Bailey tendrá muy presente este pedido y asumido propósito en sus cuatro reencarnaciones.
A los amantes de los perros, les conmoverá presenciar la nobleza y entrega de ellos en pantalla grande, que se traduce de forma incondicional en tiempo y espacio. Es la propuesta de Lasse Hallström en esta secuela de La razón de estar contigo (A Dog's Purpose, 2017). Para disfrutarla, debemos dejar fuera de la sala cualquier prejuicio o racionalismo, puesto que la intención aquí es que nos nutramos de ternura y simpleza. Sí podremos disfrutar de bellísimos paisajes y música que acompañan adecuadamente al melodrama; las actuaciones son convincentes, sobre todo en los momenos de interacción con los perros.
En el film se plantean temas como la reencarnación y el tratamiento de enfermedades graves, -cuestiones discutibles relacionadas con la fe y vivencias personales-, sentimiento vs. raciocinio. Más allá del guion o estructura dramática, que resulta algo obvia porque recurre a los típicos clichés holywoodenses, el espectador quedará encantado con el sinfín de razas caninas protagonistas en el transcurso del film.
La reencarnación bien podría ser real o tranquilamente una alegoría para lo que sucede en las relaciones humano-canino, y es que cada perro que aparezca en tu vida será la prolongación del anterior. Por algún misterioso motivo, ellos saben cuando los necesitamos.