Veni, Vidi, Vici
Cuando la invasión finalmente llegó, no fue como en las películas. No hubo resistencia heroica ni un arma secreta que rechazó a los extraterrestres cuando todo parecía perdido. El público general ni siquiera sabía lo que estaba pasando y los líderes del mundo ya habían firmado la rendición, porque la batalla estaba perdida antes de empezar.
Fue durante ese caótico día que los hermanos Drummond quedaron huérfanos mientras su familia intentaba abandonar la ciudad, presenciando cómo el aterrador poderío de los invasores era capaz de pulverizar a sus padres sin dejar rastros. Diez años más tarde, el menor de los hermanos trabaja para el nuevo régimen, a la sombra del recuerdo de su hermano, muerto liderando un ataque de la resistencia contra el hábitat que los alienígenas construyeron debajo de cada una de las grandes ciudades del mundo.
Gabriel vive bajo la protección pero también la vigilancia del antiguo compañero de su padre, cuando ambos eran detectives de la policía de Chicago. Ahora trabaja al servicio del gobierno de ocupación, apostando a que él podrá llevarlo hasta los restos de la resistencia que permanecen activos, convencido de que no está del todo erradicada como cuenta la historia oficial. De esta forma y sin proponérselo, Gabriel queda atrapado en una red clandestina que planea atacar a los invasores y liberar a la humanidad de su yugo explotador.
No confíes en regalos griegos
Quizás no haga falta aclararlo, pero La Rebelión no es una clásica película de ciencia ficción focalizada en la acción y los efectos especiales, sino algo mucho más cercano a un thriller de espionaje y terrorismo donde los alienígenas ocupan un segundo plano, moviendo los hilos de los humanos que manejan el día a día del estado policial que gobierna la Tierra. No muy lejano a lo que vimos durante las tres temporadas de Colony, pero con mucho menos desarrollo y más genérico.
En este caso, la resistencia lleva adelante un complicado y poco sustentado plan para atacar a uno de los extraterrestres durante una de las pocas ocasiones en que se muestran en público, sin explicar el por qué de la mitad de las cosas que hacen. Estas solo parecen estar ahí para complejizar la trama, o para justificar que Gabriel quede involucrado en el ataque, por más que su intención sea únicamente la de escapar de la ciudad buscando una vida más tranquila en el campo junto a un amigo y una novia que aparecen o desaparecen según resulte conveniente para la trama.
Es muy difícil profundizar en esos serios problemas sin caer en el spoiler, pero estos agujeros solo ayudan a que el guión de La Rebelión resulte lento, aburrido y casi insultante. Además, le pone luces de neón a los giros con los que pretende sorprender, y cuando saca algo de la galera intentando justificar lo que sucede, lo explica para que no queden dudas.
La Rebelión es a grandes rasgos una película genérica, sin mucho para ofrecer. Ni siquiera la siempre correcta actuación de John Goodman alcanza para rescatarla, porque aunque le ponga oficio no puede hacer mucho contra un personaje tan chato como el resto de la película.