La excusa de los zombies
A lo largo de los años, George A. Romero realizó películas de zombies con una ácida crítica social implícita en el género. Con La reencarnación de los muertos (Survival of the Dead, 2009), el veterano director prioriza la crítica, tomando a los muertos vivientes como excusa para desarrollar su discurso.
Futuro apocalíptico. Los muertos vivientes superan en número a los seres humanos. En una isla se disputan el liderazgo dos bandos: unos con la firme intención de conservar a los zombies para emplearlos en tareas mecánicas, y el otro con la idea de exterminarlos. Con la llegada de un grupo comando a la isla vuelven a enfrentarse por última vez.
La crítica de Romero es cada vez más explícita. Tal vez su mayoría de edad le permita ser más ácido en su discurso y claro, en su pensamiento. Lo cierto es que, a partir de ello, dejó de lado la trama de terror y sólo tomó de ella, los elementos que le sirven para fundamentar su mensaje (el plano final es un claro ejemplo de lo mencionado). De hecho, la película se parece más a un western que a un film de zombies en cuanto a su estructura. La parodia social, lo llevó a parodiar el género al punto tal de perderlo de vista.
La reencarnación de los muertos es una suerte de continuación de El diario de los muertos (Diary of the Dead, 2007), sátira sobre las nuevas tecnologías y, como aquella, realizada con muy bajo presupuesto. Sin embargo como film de zombies que intenta ser, nunca es tomado en serio.
El humor romeriano se cuela en cada plano para hablar de una nación gobernada por dos bandos despreciables por igual -demócratas y republicanos- ambos con la convicción de hacerse fuertes a costa de los zombies. Clarito, ¿no?