Una reina que tiene el poder de congelar todo y a todos es considerada un peligro hasta que se descubre que tiene buenas intenciones. Que esto suene parecido a otra película animada bastante más famosa no es el problema principal: más llamativo es el compilado de personajes vistos mil veces y la confusa ensalada de mensajes. La democratización del CGI hizo que sea más fácil crear una película de animación que se vea bien, como sucede con este film de Robert Lence y Aleksey Tsitsilin. Pero aún no hay ningún avance tecnológico que pueda reemplazar a un guion que construya con solidez un universo, lo pueble de personajes atractivos y cuente una buena historia.