José Celestino Campusano aborda el empoderamiento femenino
Fiel a su estilo, el director de “Fantasmas de la ruta” no se anda con medias tintas a la hora de abordar una problemática social, y menos esquivar sus matices y complejidad.
Rodada en Gálvez, localidad de Santa Fe, y con un elenco formado por actrices y actores de esa provincia, La reina desnuda (2022) habla de la violencia de género y del empoderamiento femenino pero, en la lente de Campusano, el tema escapa a cualquier discurso políticamente correcto. Es más, los pone en crisis desde la historia que se cuenta.
Natalia Page interpreta a Victoria, la protagonista de esta historia. Una mujer empoderada dispuesta a poner en jaque las masculinidades dominantes. Ella tiene una actitud subversiva para cualquier hombre, se acuesta con quien quiere, disfruta del sexo y goza de su libertad. Cuando ingresa en un programa de ayuda a víctimas de violencia de género, sus métodos poco ortodoxos confrontan con las burocracias del espacio institucional.
Victoria tuvo una situación de abuso en su infancia que marcó su vida pero también, conoce las lógicas machistas que rigen la sociedad y las ataca de raíz. Devuelve con la misma vara las agresiones verbales y psicológicas ganándose el rechazo de hombres y mujeres.
Campusano mete el dedo en la llaga al tema, describiendo como siempre lo hace, realidades mucho más complejas de las supuestas por los discursos progresistas. Asume riesgos y expone las contradicciones del relato social con respecto a políticas inclusivas que terminan excluyendo.
Su cine esconde de esta manera una verdad irrefutable, acerca mundos y rostros históricamente ajenos a la representación cinematográfica, y los presenta de forma cruda ante la cámara. Las soluciones a problemáticas sociales no son frases panfletarias en sus películas, al contrario, enfrentan realidades mucho más difíciles de abordar.