Sólo Dios perdona
Pauline Etienne e Isabelle Huppert se lucen en esta nueva transposición de la célebre novela de Denis Diderot.
Basada en la célebre novela escrita por Didier Diderot en 1760 y llevada previamente al cine en 1966 por Jacques Rivette, esta película dirigida por Guillaume Nicloux -un cineasta con una bastante larga carrera con títulos no demasiado conocidos- es una sobria y por momentos muy lograda transposición de la la historia de una joven francesa que es enviada a un convento contra su voluntad y tiene que sobrevivir allí a una serie de situaciones complejas y humillaciones de todo tipo, mientras trata de no dejar sus creencias de lado por culpa de la corrupción de la institución.
La película, seca e intensa, cuenta con una gran actuación de Pauline Etienne en el papel principal, mientras que Isabelle Huppert aparece sobre la segunda parte encarnando a una madre superiora bastante particular. La irrupción de Huppert es efectiva en sí misma, pero lleva a este film del realizador de La llave, El secuestro de Michel Houellebecq y Valley of Love estrenado en la Competencia Oficial del Festival de Berlín 2013 a una zona casi humorística, debido a la manera en la que encarna a su personaje, más cerca del sketch cómico que del drama que la precedía. Lo suyo divierte, es cierto, pero parece salido de otra película.
(Esta reseña fue publicada en nuestro blog Micropsia durante la cobertura del Festival de Berlín 2013)