La resurrección de Cristo

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Exactitud histórica, deflación narrativa

Llegan las pascuas, y junto a la época de mayor venta en las pescaderías, también llegan las películas sobre Jesucristo. La iteración que nos compete este año, La Resurrección de Cristo, viene de la mano de Kevin Reynolds, responsable de Waterworld, aquel fiasco de taquilla de 1995, que al día de hoy tiene seguidores tanto como detractores.

Jerusalem Confidencial
Es el año 33 D.C. (cuec) y Clavius, un tribuno al servicio de Poncio Pilato tiene el deber de encontrar el cadáver del recientemente crucificado, muerto y sepultado Jesucristo que mágicamente ha desaparecido de la cueva donde estaba. Clavius debe hallar dicho cadáver antes de que el emperador romano llegué a Jerusalén, pero su búsqueda de este cuerpo lenta y progresivamente lo lleva a una revelación.

Primero cabe aclarar que La Resurrección de Cristo posee una exactitud histórica notable en el universo que presenta, donde, por un lado, se pueden destacar lugares comunes tales como que los hebreos no queden muy bien parados y la enorme violencia explícita en el acto de la crucifixión (sin llegar a los extremos gráficos de La Pasión de Cristo); y por otro lado, tenemos la fidelidad en la forma que se tratan y se saludan los romanos (incluyendo su saludo, infamemente popularizado por Adolf Hitler), amén de que el Jesucristo de esta película posee un parecido más acorde al perfil de una ilustración reciente, en oposición al adonis de ojos celestes que el Cine y las Santerías han quemado en nuestras retinas.

Pero respecto a la narración, ¿Cómo andamos? Durante la primera mitad de la película, el guion logra sostener el ritmo al mejor estilo de un policial; con pistas, interrogatorios y raides en busca de los mismos. No obstante, a la mitad de la película, la trama se desinfla y el protagonista deja de ser pro-activo y simplemente contempla los milagros de Jesucristo; sin oposición, sin conflicto, sin ningún dilema o sacrificio que el personaje deba hacer a la luz de esta nueva información. Cosa que hace su viaje incompleto y, desafortunadamente, aburrido.

La reconstrucción de época a nivel escenografía y vestuario tienen la misma riqueza de detalle que el guión. La fotografía y el montaje son decentes y la música se limita a subrayar. Joseph Fiennes, como el tribuno protagonista, entrega una interpretación sobria y sostenida. Igual que Peter Firth en su rol de Poncio Pilato.

Conclusión
A pesar de que sigue los miles de lugares comunes de este tipo de películas, La Resurrección de Cristo entrega una estética históricamente más cercana a lo exacto. No obstante, a pesar de esta virtud, su narrativa se desinfla a la mitad y se vuelve tediosa.