Cosa del Mandinga
La reunión del diablo (Devil, 2010) es un film más sobre el ya famoso mundo de lo diabólico. Los directores John Erick Dowdle y Drew Dowdle intentaron abarcar varias historias en una, mezclando redenciones personales en el medio de un film sobre el diablo y su relación con la muerte pero donde la articulación resulta fallida. El resultado es un thriller sobrenatural más con toques de policial sin grandes pretensiones.
Cinco personas quedan encerradas en el ascensor de una torre de oficinas. Una serie de hechos extraños y violentos comienzan a suceder allí dentro. Estos son inexplicables, pues todos suceden en plena oscuridad. La película alterna entre la paranoia de la gente encerrada y la investigación policial para descifrar quién está detrás de esta escena criminal. Por su parte, el prólogo del film nos introduce en una historia acerca del diablo y su forma de mezclarse entre los humanos para luego llevarse a alguien con él, alguien que está condenado por alguna razón. Esta es la variable que la policía no contempla pero es la que estructura la idea general del film.
La presencia del detective-policía representa una mirada científica de los hechos: la relación causa-efecto debe ser entendible, explicable y sobre todo visible. Frente a la del policía está la mirada mística del guardia de seguridad (latino por supuesto) que está convencido que el diablo está detrás de todo esto y que ninguna intervención humana lo hará retirarse hasta no cumplir su misión. Si esta tensión o ambigüedad entre dos posibilidades fuese el eje del film mucho más sentido tendría la investigación que lleva a cabo el detective y más interesante se pondría la historia. Pero ya sabemos desde el principio que la intervención diabólica es la que actúa, por lo cual la investigación del detective resulta poco provechosa para el argumento.
El choque entre el género policial detectivesco con el thriller fantástico produce aquí cortocircuito. La intriga que debería generar un policial nunca se hace presente totalmente y el terror se maneja con recursos obvios y sobrios. Quizás los momentos más logrados se dan entre las víctimas. Sus reacciones frente a lo inexplicable convierte a todos en posibles culpables, pero esta idea no se explota en profundidad y pierde interés.
En su afán por abarcar varias acciones el film escrito por M. Night Shyamalan hace que la diversidad entretenga. Sin embargo el film se torna bastante predecible y aquí se debilita toda la propuesta. Quizá su intención primera como entretenimiento pasatista esté cumplido pero La reunión del diablo no resiste un análisis que vaya un poco más allá de lo que vemos.