La rueda de la fortuna y la fantasía

Crítica de Gabriela Mársico - CineramaPlus+

Ryusuke Hamaguchi dirige este filme que resultó ganador del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Berlín (2021). El filme rodado enteramente en Tokyo se divide en tres historias que si bien no tienen una estrecha relación o continuidad, hablan del amor, del azar y de la identidad en distintos tonos en un rango que va de la comedia a la tragicomedia, y de cómo el entrecruzamiento del amor y del azar transformará para siempre la vida de los protagonistas con mayor o menor fortuna…

MAGIA

Meiko (Kotone Furukawa), modelo publicitaria, y Gumi, productora de comerciales, después de una sesión de fotos, coinciden en un viaje en taxi en donde Gumi le cuenta, con lujo de detalles, sobre un hombre que conoció por medio de un chat. A medida que la conversación avanza, Gumi le confiesa que siente algo mucho más fuerte que una cierta afinidad con el hombre con el que ha mantenido conversaciones virtuales, pero que aún no conoce personalmente. Lo que hace que Gumi se sienta atraída por él es en parte algo que los une, el duelo, él se está recuperando de una relación con una misteriosa mujer que parece haberlo dejado muy herido. Meiko, a través del relato de Gumi, recuerda a su propio ex, e intrigada por la aparente coincidencia, en un ataque de celos irá a visitarlo…

LA PUERTA BIEN ABIERTA

Sasaki (Shouma Kai) se siente frustrado y quiere vengarse del profesor Segawa (Kiyohiko Shubukawa) que ha arruinado sus planes académicos. Segawa, además de catedrático es un escritor que acaba de ser galardonado por su última novela. Por este motivo Sasaki le ruega a Nao (Katsuki Mori), su amante que lo supera en años y responsabilidades, es casada y tiene una hija, que se presente ante Segawa en la universidad y lo seduzca para vengarlo. Nao se niega en un principio pero luego accede, se presenta ante Segawa para pedirle que le firme un autógrafo en la página más erótica de la novela y comienza a leer esas páginas en voz alta con el fin de tentarlo. Por eso mismo Segawa toma las precauciones del caso y le ruega que deje la puerta bien abierta. Sin embargo, luego de la lectura y de una breve pero reveladora charla el entendimiento entre el novelista y la vengadora resulta tan fuerte que Nao desistirá llegado el momento de llevar a cabo la venganza. Luego de la conversación que mantienen descubren semejanzas y coincidencias tan sorprendentes como inesperadas por lo que se establece entre ambos una poderosa conexión que ni Nao ni Segawa a partir de entonces serán los mismos. Sin embargo, transcurrido cierto tiempo, aquí el azar jugará de manera algo tortuosa, y por demás irónica, terminará torciendo los destinos de los dos protagonistas de forma tan arbitraria que resultarán modificados de manera algo absurda y por demás trágica…

UNA VEZ MÁS

Moka (Fusako Urabe) viaja en tren de regreso a su casa de una reunión de ex compañeros de secundario, cree reconocer en una mujer con la que se cruza en la estación de tren a un antiguo amor de colegio al que no veía desde entonces. Moka la saluda con entusiasmo y afecto, y Aya/Nana (Aoba Kawai) la mujer que aparentemente fue su primer amor, en retribución, la invita a su casa a tomar té. En el medio de la charla a través de una contrastación de nombres y lugares caen en la cuenta de que se encuentran frente a un no tan irremediable malentendido. Sin embargo, el desencuentro real dará origen a un verdadero reencuentro imaginario en el que ellas interpretarán cada una su papel y pondrán en escena un encuentro que si bien está más allá de lo real, les resultará más cercano a sus sentimientos…

Si en el segmento “Magia” la coincidencia es una cuestión de azar que une y contribuye a propiciar el encuentro de las partes interesadas, la posibilidad de volver atrás el tiempo, le otorga a la protagonista la oportunidad de dejar de lado los celos y la mezquindad y aprovechar la situación a su favor como un acto de redención o de reparación; en “La puerta bien abierta”, el azar, que se invierte y revierte en un solo instante, el tiempo justo que toma presionar la tecla ENVIAR, actuará como una fuerza corrosiva que hará estragos en la vida de los personajes. En “Una vez más”, sin embargo, el capítulo más logrado, quizás porque se trata de una situación imaginaria, nos prueba que los sentimientos si son verdaderos pueden aflorar en cualquier circunstancia y lugar, incluso en las situaciones más inesperadas y con las personas menos pensadas…