¿AZAR O DESTINO?
Ryusuke Hamaguchi goza de cierto prestigio dentro de la cinefilia desde -por lo menos- 2015, cuando sorprendió a todos con Happy hour. Sin embargo, 2021 significó su verdadero apogeo: además de la multipremiada Drive my car, el cineasta nipón estrenó La rueda de la fortuna y la fantasía, un tríptico que -de un modo bastante intimista- aborda una serie de episodios amorosos de tres mujeres japonesas.
Atravesadas, como bien indica el título de la película, por la fantasía y la fortuna, las distintas historias exploran a su manera la irrupción de estas fuerzas divinas en la cotidianidad de las protagonistas y de qué manera se relacionan con su pasado (una constante en la filmografía del japonés).
Pese a la disonancia argumentativa entre cada una de las historias, Hamaguchi logra mantener un equilibrio tanto temático como estilístico durante todo el metraje, lo cual vuelve realmente ameno su visionado. Este aspecto -a priori- elemental suele ser el principal inconveniente de numerosas antologías (como la reciente La crónica francesa), donde a medida que avanzan las historias, lo hace también la confusión.
Ya desde el estreno de Parasite en 2019, los premios Oscar -y por ende, parte del público- han posado su mirada sobre el cine oriental. Y prescindiendo del evidente discurso político que se esconde detrás, quien escribe celebra que gracias a esto películas como La rueda de la fortuna y la fantasía lleguen a los cines de nuestro país.