Con una estructura episódica, en donde los personajes protagónicos utilizan la palabra, cada vez menos valorada en el cine, claro, como vehículo para transmitir emociones y sensaciones frente a los encuentros que el guion les propone, Ryūsuke Hamaguchi, reciente ganador del Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera por Drive my car, desarrolla una magnética y poética propuesta en donde la imprevisibilidad del accionar de sus personajes genera más empatía para seguir sus pasos, mientras las coincidencias, de la fortuna y la fantasía, los abrazan.