El director de Caño dorado y Corralón, Eduardo Pinto, aborda una historia en la que reviven el espíritu violento y salvaje del campo. Mara -Sofía Gala Castiglione-, Luz -Analía Couceyro- y Tini -Paloma Contreras- eligen la estridencia de una disco en la ciudad y emprenden luego un viaje en auto hasta La sabiduría, la estancia que las separa unas tres horas de la Capital y que servirá de refugio para sus emociones.
Sin señal en los celulares, aisladas, y con ganas de explorar un mundo desconocido y lejano, el trío no encuentra la paz que esperaba. Ese es el punto de partida del filme que juega con el género de terror y suspenso y en el que está presente el choque de culturas. Las tradiciones de los pueblos originarios confluyen en una perversa cacería.
Acorde a los tiempos de mujeres empoderadas, con la venganza como móvil de la trama, se enciende la mecha de esta historia que deja vulnerables a las protagònistas frente a la bestialidad del hombre, representada en imagenes por un toro salvaje. Entre la neblina, los paisajes desolados y los cielos estrellados, Mara y Luz se sumergen, sin saberlo, en la boca del lobo cuando Tini desaparece luego de una mateada con la peonada.
Así comienza este viaje pesadillesco que marca una vuelta al pasado cuando la mujer era despreciada y los indios perseguidos. El primer tramo del filme se extiende en la presentación y desarrollo de los personajes -hay una madre encarnada por Leonor Manso que advierte el peligro que se avecina-, mientras la segunda logra crear los climas adecuados y la violencia no tarda en estallar.
Desde el patrón -Daniel Fanego- hasta su hijo, el peón -Lautaro Delgado Tymruk,- constituyen una detestable casta de poder. Hay violación, rituales con hierbas, corrupción policial y una sensación de peligro inminente que se contagia con el correr de los minutos. La estadía bucólica se transforma en un verdadero campo de espinas.
Sofía Gala Castiglione, bien respaldada por el elenco, es una mujer de armas tomar cuando su vida y la de sus amigas corre peligro, y se carga la película al hombro con convicción.