La historia de tres amigas que en busca de aventura se embarcan en un viaje de fin de semana por la llanura pampeana. Pero el campo las recibe con una historia regada de sangre, violencia y machismo. Ellas están de fiesta, llevan una vida ligera, de fiesta, drogas y diversión. Tienen sus conflictos que parecerán superficiales cuando se enfrenten a la violencia destructiva de un grupo de hombres que parecen haberse estancados en la conquista del desierto en el siglo XIX.
Heroínas contra la violencia machista existe en el cine de género desde Russ Meyer y también en varios clásicos de la década del setenta. Un cine con algo de morbo pero con un discurso finalmente en favor del poder de las mujeres. Pero acá la mezcla ideológica es tal que termina arruinándose todo por culpa de una bajada de línea absurda de pura culpa urbana. ¿La conquista del desierto versus el feminismo? Tal vez en la teoría funcionó, pero en la práctica no tiene un solo minuto de sentido. Incluso los actores, efectivos en otros títulos recientes, parecen estar perdidos en esta película fallida.