Esforzado thriller
Ángela es una mujer hastiada de todo, la noche, la cocaína y el sexo tan veloz como olvidable no alcanzan para sostenerla en una realidad que la agobia. A su vez Jorge, es un taxista que no alcanza a comprender el asesinato de su hermano, del que carga no solo el dolor, por esa pérdida, sino también las causas que la produjeron, negocios oscuros con quién no se debe.
Ambos se encontraran, en una noche de lluvia, en la nada acogedora nocturna Bogota y su encuentro estará signado por la violencia que en pocas ciudades como la capital colombiana pueda alcanzar paroxismo semejante.
La sangre y la lluvia es un thriller, que sé sostiene a lo largo de la narración con lo que se pueden presumir buenas actuaciones. Lo de puede presumirse es que son tantas las deficiencias de sonido e iluminación, que el film se convierte en una compleja prueba de paciencia para el espectador, ya que hay extensos pasajes de la película que son imposibles comprender lo que se habla, ya no solo por las deficiencias de sonido, sino por lo cerrado del argot que manejan los personajes. Quizás hubiera sido importante intentar un subtitulado, como recientemente se probó con éxito en la exhibición de La vendedora de rosas (Víctor Gaviria), también colombiana.