Los pecadores
Desde la premisa, pareja en apuros que llega a casona diabólica habitada por una señora acompañada de dos perros pastores alemanes con altos conocimientos de enfermería, no puede cruzarse otra cosa que una película al estilo cuentos de terror o Hitchkokiana. Y eso es precisamente lo que atraviesa La Señora Haidi, dirigido por la dupla Daniel Alvaredo y Rafael Menendez, y protagonizado por Maria Leal, María Abadi, y Guillermo Pfening.
Tres buenos actores que en una sola locación, casona repleta de habitaciones, pasillos, y la sensación de estar habitada por una sola persona, refuerzan el espacio ideal para el encierro, la claustrofobia y una atmósfera que de a poco se va contagiando de la psicología perturbada de la dueña.
A eso debe sumarse un elemento esclarecedor en la trama y que justifica de cierta manera el desarrollo de las acciones pero también reduce el efecto sorpresa.
Todo es correcto en términos formales, prolijo, pero no existe riesgo alguno al seguir el ABC de todo relato de género. La devoción religiosa devenida fanatismo y delirio conllevan a que los huéspedes fortuitos, llegados allí por un accidente automovilístico, representen las víctimas ideales de los delirios de la perturbada mujer.
En ese sentido, no tardará en aparecer su costado maquiavélico en contraste con la apacible calma y hospitalidad de los primeros minutos, motivos para que la sensación de fuga constante se vea cada vez más lejos al tomar el control de la casa y de su pareja invitada.
Como nueva incursión en el género es válida y bienvenida, sin embargo una cuota de transgresión o ruptura de códigos hubiese significado un mejor resultado en términos integrales teniendo en cuenta la oferta de cine argentino en la cartelera actual.