Una serie de eventos desafortunados
Nader y Simin se respetan, sin demostrarlo aún se quieren, pero no hay forma de que se pongan de acuerdo. La intransigencia deriva en divorcio y este en una serie de equívocos y complicaciones impensadas. Todo parece empeorar hasta un punto casi sin retorno, en este viaje sin concesiones hacia el peligro de romper con lo establecido.
Lejos de cualquier otro exponente del cine iraní, La separación está mucho más cerca de lo que se espera de una película occidental por su dinámica, pero termina no pareciéndose demasiado a nada. Es notable la capacidad del director Asghar Farhadi para sostener la tensión de una trama que mezcla con absoluta precisión melodrama y thriller judicial y va desplegando sus capas con inteligencia narrativa. Es interesante ver como todos los personajes tienen sus razones para hacer lo que hacen y decir lo que dicen. La solución a sus problemas no parece estar muy cerca, y esa incerteza se vuelve palpable.