La justicia no justa
Después de muchas idas y vueltas por fin me pude sentar a hacer la crítica de este film iraní que merecidamente se llevó todos los elogios de la prensa e inclusive un Oscar. "La Separación" es una película dirigida por Asghar Farhadi, responsable también de la mundialmente premiada "Acerca de Elly", por lo que su nombre seguramente comenzará a asociarse con directores reconocidos de Irán como Abbas Kiarostami ("Copia Certificada", "El Sabor de las Cerezas") y Jafar Panahi ("Offside", "El Círculo").
En esta ocasión ofrece una mirada crítica sobre lo que representa la "Justicia" y la "Moral", lo que es justo y lo que no, la esencia de lo correcto más allá de la ley jurídica y religiosa. También trata sobre las relaciones familiares, las clases sociales y el mix entre cultura tradicional y la modernidad entre otras cosas, enriqueciendo un guión que del vamos es increíblemente interesante y movilizador. Cada diálogo parece estar pensado y repensado muchas veces para lograr un efecto sincero en el espectador, con conversaciones cargadas de significados fuertes y gestos corporales que gritan a todo volumen la tensión que se está viviendo. La cinta dura 2 horas, pero no aburre en ningún momento debido al gran ritmo que impone el director y a las circunstancias que con tinte musulmán, exploran las relaciones humanas y la desesperación de vivir una realidad que nadie desea para su vida (divorcio, pobreza, culpa, enfermedad).
Quizás su flaqueza está en algunos planteos situacionales (pocos) que quedan inconclusos y que al final se presentan como irrelevantes (no, no estoy hablando de la escena final), que parecen colocados para despistar sin mucha sutileza. Se las perdonamos ya que al final de cuentas no bajan mucho la calidad de la trama.
El sello de la religiosidad musulmana y su cultura está presente en todo momento, produciendo asombro en el público occidental que con esta experiencia podrá aprender un poco más acerca de los dilemas de una cultura totalmente distinta a la nuestra, y a su vez, podrá sentirse identificado con problemas que trascienden las diferencias culturales como la falta de comunicación, la relación con los hijos, la corrupción, la miseria y los condicionamientos sociales y religiosos.
Una obra interesantísima para disfrutar, tensionarse y reflexionar sobre los valores éticos y morales que rigen a las sociedades en la actualidad, ya sea en Irán, Argentina o Japón.