Beso fatal.
The Mermaid: Lake of the Dead es el nuevo trabajo de director de The bride, Svyatoslav Podgaevskiy. Marina (Viktoriya Agalakova) y Roma (Efim Petrunin), una joven pareja que está a punto de casarse, se ve envuelta en unos extraños sucesos. Marina investiga qué hay detrás del comportamiento sospechoso de Roma, y es entonces cuando descubre que ha conocido a una mujer cerca del lago en su despedida de soltero. Poco después, se da cuenta de que se trata de una sirena que trata de matarlo, arrebatándole su energía vital. La sirena es Lisa Grigorieva (Sofia Shidlovskaya), una joven que se ahogó hace unos siglos, luego de que el hombre que le prometiera amor eterno la engañara y, desde entonces, todo hombre que la rechace perderá a la mujer que ama. Marina no sabe nadar, debe superar su terror al agua para luchar contra la sirena y recuperar a su amado.
La historia es entretenida, sin embargo, hay incoherencias en el guion, casualidades que son causalidades, sucesos innecesarios que dan la sensación de rellenar o dar volumen a un inconsistente relato; confunden, pero sin inteligencia y son predecibles. Además de que la supuesta sirena, jamás parece una sirena, más bien un fantasma que entra y sale del lago y aparece en cualquier lugar en donde esté presente el agua con muy buen manejo del suspenso y música como anticipo a un supuesto momento aterrador. La escenografía, fotografía y caracterizaciones del género acompañan de manera correcta y las actuaciones también.
El film contiene todos los elementos del género terror y suspenso. Los efectos especiales son destacables. Si bien no se trata de un terror novedoso, sus pinceladas rusas marcan la diferencia y aunque cuenta con un notable despliegue de producción, se aleja de Hollywood.