El director ruso Svyatoslav Podgaevskiy (La novia) apuesta nuevamente al terror con La sirena, pero cae en lugares comunes, leyendas o cuentos de pueblos que no tienen impacto.
Basada en una antigua leyenda rusa, La sirena cuenta la historia de una joven que se ahogó en un lago muchos años atrás y que ahora busca el amor de aquellas parejas que se acercan. Marina y Roman están comprometidos y enamorados. La sirena seduce a Roman para atraerlo a las profundidades y Marina debe superar su miedo al agua para rescatarlo y no caer en la maldición.
La sirena es la excusa del cierre de año para tener un estreno de terror en cartelera. La película rusa llega a los cines hablada en inglés, algo que ya había ocurrido con La novia y, dejando de lado los problemas de sincronización en las voces y la imagen, la credibilidad del film pierde mucho peso con este cambio de idioma.
El miedo al agua puede ser un gran incentivo para construir una película de terror y las sirenas se han usado en varias películas de manera similar pero, mientras que en films como The Lure, las bellezas del mar y su concepto pueden generar una reflexión sobre la bestialidad del hombre, en La sirena de Svyatoslav Podgaevskiy no hay reflexión, ni grandes cuestiones que intente desarrollar.
En lo que respecta al terror, hay uno o dos sustos bien logrados que buscan el impacto y el salto de la butaca en el espectador, pero nada más. Hay muchas posibilidades de construir un terror psicológico o profundizar esta idea del amor eterno y el abandono pero por lo contrario usa los mismos clichés vistos en decenas de películas del género como la pareja joven y víctima de la situación, la casa abandonada, el lago embrujado, etc.