Aunque hay algunas debilidades en el desempeño de Javier Bardem como Triton y en la interpretación de Awkwafina como Scuttle, en general, La Sirenita justifica su existencia más allá de ser una simple remake live-action. La película presenta a Halle Bailey como una Ariel singular y ofrece una experiencia que combina la extravagancia característica de Disney con una profundidad y humanidad auténtica para una nueva generación.