El live action de Disney más polémico de toda su historia. No hay duda alguna y da bronca, porque es uno de los mejores que ha hecho.
Pero bueno, hay mucho racismo en el mundo.
Aquí nos abocaremos en juzgar la película y por lo tanto son muchos elogios y pocas críticas.
Es muy fiel a la original, no se desvían de la historia. Solo alargan algunas cuestiones que sirven para enriquecer a los personajes (y la banda sonora).
Rob Marshall, quien demostró su pericia musical con Chicago (2002) y Nine (2009) hace un gran laburo tomando este material tan querido y transformándolo en live action, que no es lo mismo y se marca una gran diferencia con la adaptación de Broadway.
Y pese a todo, se siente fresca y ocurrente.
Sin dudas su gran valor es Halle Bailey, cada vez que aparece en pantalla te enamora con su magnetismo. Y cuando canta... ¡Por dios! La secuencia Part of your world es tan increíble que te emociona sin dudas, más aún si tenés alguna conexión con Ariel ya sea por tu infancia o por haber visto muchas veces el film de 1989.
John Hauer-King está bien como el Príncipe Eric y tiene muchos más matices que en la versión original.
Melissa McCarthy la rompe como Úrsula, no tanto en lo musical pero sí en presencia.
En cuanto al Rey Tritón, Javier Bardem le da gravedad al personaje y lo legitima.
El resto de los personajes están muy bien, pero también es verdad que choca un poco el "realismo" de Sebastian (voz de Daveed Diggs), Flounder (voz de Jacob Tremblay) y Scuttle (voz de Awkwafina).
O sea, no llega a ser tan real como lo que vimos en El Rey Leon (2019) pero dista mucho de lo caricaturesco. Pero es lógico que así sea.
La otra estrella de todo esto es el gran Lin Manuel Miranda, quien compuso las canciones nuevas e hizo los arreglos musicales y supervisión de toda la obra.
Por lo cual podemos decir que el tándem Miranda-Marshall funciona de maravillas y le da mucha chapa a este film.
En síntesis, La sirenita es una gran película. De lo mejor que ha hecho Disney en los últimos tiempos y top 3 de sus remakes animados.
Si la película no funciona o no trasciende es simplemente por un acto de odio.