El femicidio en primera plana
Tomando situaciones y casos que podemos ver (lamentablemente) a diario en las noticias, tanto como en las redes sociales, Nicolás Herzog estructura en base a estos hechos de violencia y vínculos con la trata, una película sobre un pueblo en el que una organización en que los vínculos con el poder son notorios y fuertes hace desaparecer jóvenes mujeres para incorporarlas a su red de prostitución.
Un ex policía sale transitoriamente en libertad y se ve envuelto en una especie de ida y vuelta entre la realidad y lo fantasmal en la que el recuerdo de su propia culpabilidad lo empuja a dar pasos que modifican todo, en función de las responsabilidades de su círculo, las que lo vinculan directamente.
El elenco es magnífico y a las excelentes posibilidades interpretativas por todos y conocidas de Lautaro Delgado Tymruk, se suma Claudio Rissi en un muy buen desempeño (un rol diferente a los que le tocan en suerte en general, con mucho más relieve) y una agradable sorpresa con Rita Pauls, en un trabajo delicado y fuerte a la vez, con certeza por sobre lo que cuenta su personaje.
Con una idea general que apunta, desde la mirada que el director propone, a un mensaje sobre situaciones de las que hasta hace muy poco tiempo no se hablaba, el velo se quita y se pone de relieve la realidad sobre la trata y la connivencia de quienes deberían ayudar a combatirla.
La sombra del gallo es una mirada trabajada de manera excelente desde lo estético y las interpretaciones, para poner de relieve una realidad compleja de la que, hasta hace un tiempo no muy lejano, no se hablaba.