La sospecha es un gran debut hollywoodense del director canadiense Denis Villeneuve, quien se viene destacando en el cine independiente desde fines de los años ´90.
La mayoría de sus trabajos se conocieron en festivales y en el 2010 adquirió mayor notoriedad con su película, Incendies, que terminó nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera.
Con su nueva producción presentó un thriller que está en la línea de lo que suelen ser la novelas del escritor Dennis Lehane, también llevadas al cine, como Río místico y Desapareció una noche (Gone, baby, gone).
El director Villeneuve hizo un gran trabajo en La sospecha con las construcción del misterio del conflicto y logró mantener la tensión del relato durante los 153 minutos que dura la historia.
La película es un poco larga pero está muy bien narrada desde la dirección, que además se sostiene con tremendas actuaciones de Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, que son la figuras que más se destacan en el reparto.
A La sospecha se le pueden encontrar ciertas debilidades en el guión, con algunos agujeros argumentales que se le podrían objetar en lo referido a la investigación del caso que plantea.
En la vida real a la policía no se le hubieran pasado por alto algunos hechos obvios que en la película se ignoran tal vez por cuestiones dramáticas para extender el conflicto.
La trama, por otra parte, está plagada de simbología que ya despertaron interesantes debates en internet donde por ejemplo se discuten lo misteriosos tatuajes del detective que interpreta Gyllenhaall y su anillo masón.
En términos generales es un gran thriller que no decepciona para nada si querés ver una historia de suspenso bien hecha, que además brinda una de las mejores interpretaciones de Jackman en el cine.
Definitivamente es una opción que recomiendo tener en cuenta.