Por tantos motivos puede atraer La sospecha…
El más importante en cuestión debe resumirse en un nombre propio, Denis Villeneuve, el director de la impresionante Incendies, film que acarició el Oscar años atrás y, en rigor de verdad, mereció ganarlo. Villeneuve llega al cine estadounidense, se rodea de un elenco de prima-prima (Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard) pero huye veloz de las marquesinas: su cuento tiene lugar en una gélida población de Filadelfia, tan pequeña y tan cercana a los bosques que los fanáticos de Stephen King estarán de parabienes.
Lo que comienza como una descripción de vida social de aquellas gentes (y que incluye el temeroso personaje que interpreta Jackman, de tanto estar atado a la tele, precavido de posibles ataques terroristas o secuestros) vira hacia el drama familiar cuando las hijas de dos familias amigas (incluida la del preparado Jackman) son, efectivamente, secuestradas.
La película de Villeneuve es una cinta larga. La propuesta, claro está, es la ideal para aquellos que aman los filmes pacientes, para aquellos que gustan de perderse en una buena historia y no se la pasan mirando el reloj para ver cuánto falta (aquellos que hayan leído a Kundera entenderán: para aquellos que saboreen el pato asado). Porque luego de la presentación sociológica, el drama del secuestro e incluso del desesperado y polémico accionar del padre fanático (que empujaría la cinta al policial negro o el film de culpa), La sospecha tendrá un nuevo personaje que aparecerá recién en la segunda mitad y llevará el film a los terrenos del policial: el detective Loki (Jake Gyllenhaal). A propósito de Gyllenhaal, la película puede recordar, por cadencia, aquella lograda Zodíaco.
Qué nadie se apure, entonces. Villeneuve desarrolla tiempos y cámaras reposadas para permitir crecer el relato de un modo personal ¿Podría haberse acortado un poco la película, sin cambiar la estética que los propios tiempos generan? Tal vez unos pocos minutos. El mismo film rodado en una hora menos sería otro film. Se entiende: Villeneuve no es Nolan. Quizá un film más propio para el Dvd que para el cine, perderse en un gran narrador como el director canadiense es la propuesta de esta buena película que es La sospecha.