LA TARA, un filme de Amparo Aguilar. Crítica.
Un documental ficcionado sobre la historia de una película, unos increíbles artistas y una familia. Por Nito Marsiglio.
Este, al menos, es el segundo film que se hizo sobre Tararira, considerada como la primera película surrealista argentina, luego de “Tararira, la película perdida de Benjamin Fondane” realizada por Olivier Salazar Ferré.
Pero este documental, más allá de hablar sobre la historia de una obra desaparecida, va mucho más allá y se centra en la historia de una familia de extraordinarios artistas y las vicisitudes de dos sociedades conflictivas y apasionadas como Argentina y España.
Es un bucear por sus orígenes de un grupo de cuatro nietos, los autores, también artistas como sus antecesores. Y en esta búsqueda tratar de desentrañar la relación de estos cuatro genios que fueron El Cuarteto Aguilar.
La historia misma de Tararira resulta apasionante. Los avatares por los que pasó esta película que nace como una idea de nada menos que Victoria Ocampo.
Impresionada por la comicidad del El Cuarteto Aguilar, luego de presenciar un show realizado por estos magníficos músicos y comediantes con una versión muy particular de El Bolero de Ravel.