La Teoría del Todo es una película que tiene la particularidad de contar la historia de un científico y de varios de sus grandes descubrimientos, a través de una historia de amor. Basada en hechos reales, sobre la vida del científico Stephen Hawking, el filme gira sobre la relación con su esposa desde que se conocen hasta la actualidad, pasando por el casamiento donde la protagonista aun sabiendo que él ya estaba enfermo decide jugarse por él; aunque el pronóstico era que no sólo que iba a quedar inválido, mudo, y con una muy baja movilidad y además corría riesgo de vivir solamente dos años. La historia demostró que podía llegar a viejo, y hoy en día Stephen Hawking sigue vivo. Las idas y vueltas de este matrimonio se mezclan con la enfermedad y con los triunfos profesionales de este genio científico. El film toca el tema de la inteligencia de Hawking muy pasajeramente y no le da mucha importancia, también toca el tema del ateísmo de Hawking y la fe de su mujer, pero sin profundizar como sucedió en la película Creación.
Es una película muy correctamente hecha, con una interpretación muy buena de Eddie Redmayne, pero le falta un poco de foco sobre qué es lo que realmente quiere contar. Aun así engancha, emociona, y logra tocar al espectador, además haciéndolo reflexionar, aunque sea un poco, sobre temas científicos y sobre la vida, el descubrimiento, la vocación, la familia, y sobre todo: el tiempo. Este último concepto, tiene una secuencia brillante sobre el final de la película que aquí no se dirá, pero realmente es notable e impactante y además brilla por su simpleza. Recomendada.
Escuchá la crítica radial completa en el reproductor debajo de la foto