Bien genuina
A muchos los “dramas contemplativos”, aquéllos en los que la cámara acompaña a sus protagonistas sin interrumpirlos, los agobian, pero es ese realismo naturalista, que Murga sabe filmar con talento, elegancia y profesionalismo, el que hace tan notable a su cuarta realización.
La tercera orilla es un filme sobre la sociedad argentina, no sólo la del pueblo entrerriano que cuenta, y si no se está atento a los detalles, ese sentido se puede perder o no llegar a valorar.
Los personajes centrales masculinos -el padre y el hijo- son los mejor construidos por la directora de Una semana solos, porque uno de los temas que aborda es el patriarcado. En cada contrapunto -que es lo que suelen ser los encuentros cuando el padre visita a la familia, o se relaciona con Nicolás, el adolescente- se revela el inconformismo. No se sabe si es hipocresía, falta de cariño o de horizonte, pero en las entrañas de Nicolás se está engendrando algo que va a ser imparable.
Por un lado, Murga marca los ecos de ser “macho” en esa sociedad pueblerina, en la que Jorge es médico y también estanciero, Nicolás quiere seguir la carrera de su padre, y sólo muestra agresividad -reflejo de un estado de daños internos- cuando su hermanastro menor sufre de bullying en la escuela. Porque Jorge no vive con Nico, su madre y sus hermanos, tiene otro hogar y allí, entre la necesidad básica de afecto y comprensión, va anidando una criatura dolorida y que sabrá qué hacer cuando se decida y se plante ante la situación.
El papel del padre, compuesto por el dramaturgo y director teatral Daniel Veronese, es un extraño para los suyos, pero porque es un hombre incapaz de medir lo que sus actos generan en los sentimientos de quienes lo rodean. Alian Devetac es un actor no profesional, pero en su interpretación brinda toda la autenticidad que necesitaba el personaje de Nicolás.
Murga marca los resentimientos y los convencionalismos familiares, pero sin subrayarlos. Nunca remacha sobre un tema, sino que deja que fluya. El entramado es lo suficientemente intenso y resistente para que sobre él descansen otros temas, entre ellos la digni dad en esta pequeña gran obra.