Un conflicto que se eterniza
A lo largo de 2010, la directora Sandra Gugliotta, decidió trasladarse con un pequeño equipo de filmación hasta el colegio Nicolás Avellaneda y registrar una de las tantas "tomas" de ese tipo que tenían lugar en aquel momento en nuestra ciudad.
Su registro de la "toma" en ese colegio no se detuvo en registrar lo que pasaba con los chicos, sino que abarcó a sus autoridades y lo que en esencia deja en claro, es que el problema de la educación pública, es responsabilidad de todos, de estudiantes, padres, maestros y autoridades.
ENTRE RECLAMOS
Un aula que quedó chica para la clase de música, un gimnasio que tiene goteras, o la modificación de determinadas leyes referidas a la educación y al papel de alumnos y profesores, son algunos de los planteos que salen a la luz en este documental, centrado en una institución educativa de nuestra ciudad, en la que de un total de ochocientos alumnos que cursan, sólo cien participaron de la "toma".
"Si bien ese número no es representativo, permite al resto establecer un grado de conciencia de lo que sucede en el colegio al que concurren diariamente", opina uno de los maestros.
"La toma" es un documental que no se muestra partidario de una u otra ideología. Sólo intenta mostrar las nuevas formas de "levantar" la voz de los alumnos, quienes a través de aciertos y de errores, intentan hacerse escuchar frente a determinados reclamos que consideran esenciales.
Contado mediante escenas breves, con una narración dinámica y por momentos, lógicamente, algo caótica, Sandra Gugliotta, plantea un conflicto social típico de nuestro país, que siempre termina dividiendo a unos y a otros y pareciera que lo más atractivo de la situación, es mantener latente el conflicto, en lugar de tratar de arribar a soluciones más concretas para solucionarlo.