Un libro entreverado y la difícil tarea de trasladarlo con éxito a la magia del cine.
La película está dirigida por Nikolaj Arcel, con guión de Akiva Goldsman, Jeff Pinkner y Anders Thomas Jensen y Nikolaj Arcel, basada en las novelas de Stephen King.
Soy de los que piensa que no todos los textos aplican de maravilla en el medio audiovisual, tal vez este sea uno de esos casos, será que a veces mucho menos es más (?)
Jake Chambers (Tom Taylor) sufre temibles sueños/pesadillas que lo llevan casi impulsivamente a realizar diferentes dibujos donde trata de esclarecer lo que ve en su cabeza. Toda esa fantasía ira cobrando realidad, sin que su madre (y padrastro) lo entiendan, creyendo que está atravesando problemas psicológicos relacionados con la muerte de su padre.
El bien y el mal se cruzan por diferentes portales que nos llevan de un planeta a otro. Por un lado, el Pistolero Roland Deschain (muy buen trabajo de Idris Elba) por el otro Walter Odim (perfecto Matthew McConaughey) el Hombre de Negro, un diablo con temibles poderes. Y esa torre que hay que destruir para que el mal entre definitivamente a la Tierra, provocando el apocalipsis. Al que necesitan es a Jake, su cerebro, su capacidad, para lograr esta atrocidad.
Una mezcla interesante y extraña a la vez, cuando suceden terremotos o movimientos sísmicos y que están directamente relacionados con estos hechos.
La torre oscura es entretenida, pretensiosa, visualmente impecable, se hace muy llevadera de ver, aunque tal vez la historia, por cómo está contada, no termine de convencer.