La belleza del movimiento…
Son muy pocas las escenas en las que esta película se detiene, y cuando lo hace es porque tiene algo importante -en términos argumentales- para revelar. Pero cuando esto no ocurre, el film adquiere una velocidad supersónica. Ver La Traición es tratar de seguir los movimientos de su protagonista, una agente que busca venganza tras ser víctima de una jugada sucia. Mallory (Gina Carano) se sube a un auto, corre, pelea y se arroja de un edificio. Estas acciones recubren al film de un dinamismo extremo, casi mayor que el exhibido en Misión Imposible 4: Protocolo Fantasma. La diferencia entre ambos es que en Soderbergh las acciones se extienden a lo largo de la película gracias a una trama que se basa, casi en su totalidad, en la constante persecución por parte del personaje femenino...