Steven Soderbergh es ese director indescifrable que aseguró que iba a realizar sus últimas 2 películas luego de Contagio, para poder dedicarse de lleno a la pintura ya que la industria cinematográfica lo cansó. En sus propias palabras: "cuando llegás al punto en el que pensás que si tenés que volver a subirte a una camioneta para encontrar locaciones te pegás un tiro, es el momento de dejar que otros se suban a la camioneta, otros que tengan la ilusión".
Por lo tanto estamos en presencia de una de las probables últimas aventuras cinematográficas del director de obras tan distintas como Traffic, Erin Brockovich, La gran estafa y Che: Parte I y Parte II). Precisamente luego de haber filmado su biopic sobre la vida del líder revolucionario Ernesto Guevara, todo lo que vino después fueron películas menores, casi ejercicios cinematográficos. Contagio (la inmediatamente predecesora de La traición) resultó ser una interesante historia que de alguna manera nos dejaba con ganas de más, pero que indudablemente mucho distaba de sus mejores obras como Traffic o Erin brockovich.
Tan buena fue la reputación de Soderbergh (este director que alguna vez fue reconocido como el niño prodigio de Hollywood) que en la actualidad un buen número de actores de renombre como Ewan McGregor, Antonio Banderas y Michael Douglas se ofrecieron para acompañar a la protagonista interpretada por la fisicoculturista, modelo de fitness, campeona de artes marciales mixtas y bonita (aunque algo machona) Gina Carano. El problema esta vez pasa por un guión muy tópico sobre algo que ya se ha contado y de la misma manera en muchas ocasiones. Sí es interesante a nivel técnico denotar la diferencia de dónde pone la cámara un hábil director como Soderbergh y cómo logra cautivar con las escenas de acción a diferencia de otros realizadores. No obstante el objeto final del film es sumamente intrascendente. Analizando la filmografía de tan ducho director extraña que esta vez sus inquietudes artísticas se inclinen hacia un tipo de cine de acción mucho más simple e irrelevante repleto de piñas, patadas, carreras, explosiones y disparos que hacen echar de menos todo aquello que había filmado hasta ahora. Solo queda esperar que al menos entre las pocas películas que le quedan por contar elija mejor su argumento y haga uso de sus excelentes aptitudes cinematográficas.