La Última Canción es un film basado en la novela del autor Nicholas Sparks (Un paseo para recordar y El diario de Noa) y pone en pantalla una historia que comienza como una película más para adolescentes y luego se va transformando en un drama familiar.
Todo arranca casi sin explicación de porqué una madre lleva a sus dos hijos, una es Ronny interpretada por Miley Cyrus (Hannah Montana), a pasar el verano junto a su padre(Greg Kinnear) en un pequeño pueblo costero del sur de Estados Unidos.
La joven y rebelde Ronny sentirá esta situación como castigo por estar obligada a convivir con quien, ella considera, la abandonó.
El padre intentará volver a conectarse con ella a través de lo único que poseen en común: la música, pero obviamente no le será nada fácil.
Junto a las nuevas experiencias, amistades, el primer amor y un descubrimiento familiar muy bien guardado, Ronny y su padre intentarán darse una segunda oportunidad y quizás conquistar en un verano lo que no lograron en mucho tiempo: entenderse.
Esta cinta tiene dos partes: la primera, destinada a jóvenes y, una segunda, que quizás como lo que le ocurre a la protagonista, se pone más seria y auténtica.
El film está dirigido por Julie Anne Robinson, en base a un guión de Sparks y Jeff Van Wie que no aportaron frases muy profundas, ni demasiado sentidas, posiblemente para una fácil comprensión de los menudos seguidores de la ex Hannah. Algo similar sucede con las interpretaciones: la más correcta es, sin lugar a dudas, la de Greg Kinnear (Pequeña miss sunshine, 2006).