DELIRIOS Y DIVERSIÓN A GRAN ESCALA
Cuando a los directores de la película se les pedía una definición de la comedia decían que es “una mezcla de “los Bañeros” con “Que pasó ayer”. Y así como tenían muy claro el concepto, eso se refleja en su film: delirio, ritmo, enredos, entretenimiento sostenido y muy buenos personajes con indisimulable toque argento. El equipo de guionistas formados pro Silbert junto a Lucas Bucci, Tomas Sposato y Agustina Tracey es realmente efectivo. A partir de una fiesta con excesos comienzan a tirar de la cuerda: cuadro robado, casa ajena, plazo perentorio para resolver el estropicio y complicaciones sobre complicaciones. Un trío muy bien elegido, Nicolás Vázquez, Alan Sabbagh y Benjamín Amadeo (la sorpresa) actores de distintos estilos de actuación combinan con gran química y lucimiento, para este entretenimiento que solo tiene la pretensión de la diversión y el ritmo sostenido y lo logran con creces. Tanto que hasta ya pueden fantasear con una secuela. Cine pochoclero de buen nivel.