Hermosa a la edad que sea, Catherine Deneuve interpreta a la Claire Daning del título, una anciana de cabello blanco que no deja de fumar y que parece un tanto demente. No reconoce a quienes la rodean, los confunde con su hijo muerto en un accidente, y una mala mañana se despierta en su increíble mansión llena de valiosos objetos de arte, y decide venderlos a precios bajísimos en una venta de garaje.
La gente del típico pueblo francés donde está su casona no duda en aprovechar la oportunidad de comprar antigüedades fabulosas a precios absurdos, incluyendo relojes con autómatas mecánicos, cuadros y muebles hermosísimos. Para su suerte, una antigua amiga de su hija la llama para que ordene un poco el asunto. El problema es que parte de la locura de la protagonista es la oscuridad que rodea a la historia familiar, y a la pésima relación con su hija.
La nueva película de Julie Bertuccelli empieza como una divertida comedia lunática y se va transformando, poco a poco, en un drama melancólico. La historia es atractiva y el excelente montaje ayuda a que el uso y abuso de flashbacks no atenten contra el pulso narrativo, aunque el recurso necesita de distintos actores para interpretar a los mismos personajes a distintas edades, y eso no siempre convence. Sin embargo, la película se sostiene más que bien, y sólo la asombrosa dirección de arte y los objetos increíbles que aparecen en el film bastan para recomendarlo.